Decaimiento, irritabilidad, cambio de carácter…son algunos de los cambios asociados al estado de ánimo que produce el estrés, pero existe una realidad más peligrosa y son aquellos síntomas que afectan al estado fisiológico de una persona sometida a un continuo estado de estrés y ansiedad.
Los centros Nascia, especializados en el tratamiento para el estrés, han establecido una lista con los cinco motivos por los que el organismo puede verse afectado por episodios más o menos duraderos de estrés.
Uno de los órganos que puede verse afectado es el corazón. Las alteraciones y patologías cardíacas que el estrés puede causar son diversas como por ejemplo las taquicardias o la hipertensión.
No sólo el corazón sufre sus efectos. El estrés también afecta al aparato digestivo y puede provocar trastornos estomacales dispares. Favorece la aparición de patologías como colon irritable, estreñimiento, dispepsias, reflujo, ardor de estómago, etc. También puede ocurrir que existan procesos infecciosos a nivel digestivo puesto que el estrés influye de forma negativa en el sistema inmunitario del organismo.