Aunque tradicionalmente las despedidas de soltera se celebraban de fiesta, en una noche de boys o, ya últimamente, incluso con viajes a destinos rurales para disfrutar entre amigas o a otras ciudades a descubrir su ocio nocturno, las tendencias empiezan de nuevo a cambiar y acercan ahora la oferta a centros estéticos en los que sorprender y agradar a la novia y, por qué no decirlo, también al novio y a su pandilla.
Después de la pandemia, donde muchos enlaces tuvieron que posponerse, parece que el sector nupcial vuelve a estar ahora en auge, con unas cifras récord en 2022 que llegaron hasta los 189.000 nuevos matrimonios, una cifra que parece que se superará este año para volver a regular las cifras naturales.
Despedidas más relajadas, la demanda de los contrayentes
Aunque tradicionalmente los spas o centros de hidromasaje han sido las opciones más relajantes para las despedidas, los wedding plaers actuales, que también se encargan de este tipo de citas, están abriéndose a planes como las beauty party. Estas fiestas permiten a las novias y a sus invitadas disfrutar de un ambiente distendido en un centro de belleza con una sesión que suele ser gratis para la novia, por cortesía del centro.
¿Por qué están convirtiéndose en algo mucho más atractivo? Porque se aprovecha la cita para proyectar sesiones de conocimiento de la propia piel, con esteticistas encargados de explicar sus características, los productos que necesitarían o incluso el maquillaje que mejor se adaptaría a sus facciones para lucir perfecta.
“Aparte del plan con amigas, que es de lo que se trata, las novias salen con una sesión que les va a servir para siempre. Es casi una inversión en imagen personal a la vez que pasan una tarde distendida, con su grupo de siempre. Es una despedida útil, divertida y única que gusta cada vez más” explican desde Superdespedidas Granada, agencia especializada en la organización de este tipo de eventos.
Por contra a lo que muchos se piensan, una beauty party no tiene nada de tranquila. En la mayoría de casos se incluye comida y bebida, se proponen juegos y se rememoran los momentos más divertidos del grupo. De hecho, una de las razones por las que van ganando terreno es, precisamente, porque es para todos los públicos: a una beauty party pueden acudir madres, hijas y todo tipo de familiares.
