Ezcaray es uno de los pueblos más bonitos con los que cuenta La Rioja. Esta bonita localidad, con una arquitectura muy tradicional, ofrece a sus visitantes un paisaje espectacular al estar situado en el valle del río Oja y a solo 25 kilómetros de la Sierra de la Demanda. Si quieres realizar un viaje cuando pase el problema actual por el coronavirus, apunta Ezcaray en tu lista porque no te defraudará.
Aunque apenas cuenta con 2.100 habitantes de forma regular, en épocas turísticas Ezcaray multiplica por seis su población. Pese a que no sea muy grande, tiene muchas cosas que ofrecer a todos los que lo visitan cada año: naturaleza, deportes y una rica y variada gastronomía.
Ezcaray se sitúa muy cerca de Santo Domingo de la Calzada y conecta en solo 40 minutos en coche con la Sierra de la Demanda, una auténtica maravilla de la naturaleza llena de arte, vida e historia. Dependiendo del tiempo que le quieras dedicar a esta visita podrás realizar diversas rutas de gran belleza, tanto en bici como a pie.
Algunas de las visitas imprescindibles son el monasterio de Santo Domingo de los Silos y rutas como la subida al pozo negro, el sendero de la Genciana o la ruta de las cascadas.
Pero si te alojas en un hotel o apartamento de Ezcaray no hará falta que te desplaces tan lejos para disfrutar del paisaje y la naturaleza. A solo 3 kilómetros del pueblo está la ermita de Santa Bárbara, a la que se puede acceder con una ruta sencilla, pero con una bonita recompensa: una vista privilegiada de todo el valle. Si estás interesado en la historia, más cerca del pueblo está la ermita de Nuestra Señora de Allende, con sus espectacular ángeles arcabuceros, que escoltan a la patrona de la villa.
Según cuentan los habitantes de Ezcaray, todo aquel que visita el pueblo por primera vez debe ir a la plaza de la Verdura y agarrar la argolla del Fuero, cuya historia se remonta a la época de Fernando IV en 1312, cuando entregó el fuero al valle de Ezcaray, a Ojacastro, Zorraquín y Valgañón. Los bandidos llegaban y la agarraban al grito de “¡Esta es mi casa!” para librarse de los delitos que habían cometido en otra localidad, pues el fuero recogía que no se los podía juzgar.
Otra visita de gran interés es la Real Fábrica de Santa Bárbara. Fundada en 1749, funcionó como una gran fábrica de producción de tapices y, en la actualidad, es la sede del ayuntamiento y del Albergue de la Real Fábrica.
La villa cuenta con numerosos alojamientos, como los apartamentos Real Valle Ezcaray. En ellos disfrutarás de tu estancia en una zona muy tranquila y tendrás a tu disposición todo lo necesario para sentirte como en casa: amplias habitaciones, salón, y baño y cocina totalmente equipados.
Tan importante como dormir es comer y en Ezcaray sobre eso saben bastante. Podrás probar los sabrosos pinchos que elaboran los bares y restaurantes de la zona. En El Mesón tendrás una veintena de opciones para elegir, como el calabacín con foie y queso. En el ‘Ubaga’ podrás probar pinchos típicos riojanos como el bacalao con pisto y hongos o el pincho de Tondeluna verde con hígado de pato y manzana.
Para disfrutar de una buena comida o cena dispones de restaurantes como El Robledal, donde llevan más de dos décadas de trabajo asando corderos, cabritos y cochinillos. Aunque sin duda, el más destacado es El Portal del Echaurren, inaugurado en 1998 y distinguido con dos estrellas Michelín.
En Ezcaray, la gastronomía es uno de los puntos fuertes. Cada año, en el mes de noviembre, se celebran las Jornadas Micológicas, donde los bares y restaurantes elaboran grandes platos con las setas como ingrediente estrella. Además, se realizan talleres y exposiciones donde se resuelven dudas, se realizan rifas y degustaciones.
Además del buen comer, en Ezcaray podrás disfrutar de la música. Cada año, en julio, se celebra el Festival de Jazz de Ezcaray, en memoria de Ebbe Traberg, amante del jazz y personaje muy querido en la villa.
Para disfrutar de esto y mucho más, ya sabes que cuentas con varios hoteles en Ezcaray, donde podrás descansar a buen precio y conocer un pueblo lleno de encanto que enamora a todo aquel que lo visita.
