Mantener el césped sano y con una imagen perfecta es bastante complicado. Mientras que durante el invierno hay muchas fechas para la poda o siembra, este manto verde queda, prácticamente olvidado. “No segar con las heladas, esperar a que la altura sea superior a 5 centímetros, tratamientos para evitar que hierbajos y musgo se mezclen o el exceso de agua son solo algunas de las precauciones que hay que seguir para el césped natural” explican desde Césped Euskadi.
De ahí que sean muchos, sobre todo clubes deportivos y particulares, los que apuestan por hacerse con una pradera de césped artificial, un producto cada vez más popular por la calidad de las terminaciones que hay en el mercado y que, además, ahorra en tiempo y recursos para ser mantenido.
¿Cuáles son las claves para que el césped artificial luzca como si de natural se tratara?
Lo primero que hay que tener en cuenta es el ahorro de agua que este gesto consigue. Con años cada vez más secos en la Península, conseguir no depender del uso del agua de riego para mantener las praderas verdes es todo un ahorro tanto económico como una medida a favor del medioambiente, limitando los recursos necesarios.
Además, a la escasez de lluvia hay que sumar otro nuevo fenómeno, las lluvias concentradas en escasos días que anegan, en muchos casos, el césped, echándolo a perder por exceso de humedad.
Con su versión artificial, no importaría la climatología porque siempre luciría perfecto. La apariencia casi natural del producto permite, además que se adapte a cualquier tipo de diseño de jardín o de campo, teniendo en cuenta que sus fibras están protegidas contra los rayos UV, no prende y es, además, antialérgico, algo que en el caso del natural puede acabar provocando en pieles sensibles eccemas.
“Su instalación es sencilla y no trae consigo apenas preparación más allá de la nivelación del terreno y de la base antes de su colocación” explican desde Césped Euskadi, empresa con más de 25 años de experiencia en este sector.
Ayuntamientos, clubes deportivos, organizadores de eventos, comunidades de vecinos, piscinas públicas o particulares saben que, con este tipo de producto, los espacios lucen siempre perfectos sin apenas esfuerzo.
