Cabellut es considerada una de las personalidades más relevantes del panorama artístico mundial gracias a los múltiples premios que ha recibido en los últimos años y las exposiciones de su obra en ciudades como Nueva York, Dubái, Miami, Hong Kong, Londres, París, Venecia, Barcelona, Mónaco, Seúl o Singapur, donde expondrá el próximo otoño. Pero antes, durante Estampa, la Feria de Arte contemporáneo celebrada en Madrid este fin de semana, presentó su último trabajo.
Su pasión creativa arrolladora y su amplio imaginario, nutrido de experiencias vitales y literarias, no la limitan solo a la pintura. De hecho, su condición de artista en plenitud con una fuerza torrencial y una capacidad extraordinaria de trabajo hace que esté involucrada en múltiples proyectos simultáneos que incluyen cine, poesía, dibujo, instalaciones o escultura entre otros, así como asumir el proyecto de imagen a la Bienal de Flamenco, acudir a la Bienal de Beijing o realizar la escenografía de la Ópera Nacional de Múnich de la obra Karl V.
Las obras de Cabellut son el vínculo entre la tradición clásica y la pintura contemporánea, el trampolín a partir del cual crea rostros y siluetas del pasado con técnicas del presente que los hace únicos. Se inspira en los recuerdos de su propia juventud desestructurada para comprender mejor los comienzos de personajes complejos, como Frida Khalo, que emerge de esta serie en forma de trabajos de gran formato que se centran en la forma femenina resaltada por la vivacidad de colores en explosión de pigmentos, aerosoles y acrílicos.
La colección que presentaba en la Feria de Arte Contemporáneo madrileña de la mano de Altezza Studio, estudio de arte especializado en obra gráfica de grandes artistas internacionales, estaba compuesta de cinco obras gráficas. De hecho, la propia artista las considera unas de las obras más emblemáticas creadas en los últimos años, transformadas ahora en edición limitada, trabajadas a mano, para hacer de cada imagen una pieza única.
